Contenido:
LIBROS APOCRIFOS ES ES UN BLOG PARA GAYS VARONES ADULTOS.
*Cuando en este Blog se usan los términos "Chiquillo" o "Niño" son Sólo en forma de jerga o lenguaje coloquial, entendiéndose que se hace referencia a personas Adultas. Todos los modelos aqui mostrados son de 18 años o mayores.
LIBROS APOCRIFOS es un Blog hecho de relatos, y sólo tiene sentido para aquellos que se saben cultores del homo erotismo leído. Los temas incluyen Sexo Intergeneracional, Incesto, Sadismo, Sexo sin proteccion, Fisting, Lluvias y Fetiches Extremos Ilimitados en General.
LIBROS APOCRIFOS no posee ninguna propiedad sobre las imágenes existentes, las cuales fueron tomadas de diversos sitios de libre circulación en Internet.
*Si por alguna razón consideras que alguna de las imágenes no debe figurar aquí, por favor, contáctame y será removida.
*Este sitio contiene material prohibido para Menores de Edad e inconveniente para personas sin amplio criterio que puedan sentirse ofendidas por su contenido. Si te sientes ofendido o incomodo con la presencia de hombres desnudos, por favor RETIRATE.
*Para intercambio de links, envíame un mail.
ACTUALIZACION: CAPITULO 1, 2, 3, 4... MAS ILUSTRACIONES EN PROCESO...
LEER CAPITULO 01
LEER CAPITULO 02
LEER CAPITULO 03
LEER CAPITULO 04

AL 01.JUN.10 - MAS DE 20,300 VISITAS DESDE 91 PAISES!
EL 99.5% DE LOS QUE NOS VISITAN, REGRESAN POR MAS! 56 Seguidores.
COMENTAME TUS FANTASIAS, TUS SUEÑOS, QUE TE GUSTARIA LEER AQUI... !!!

EL CONTROL DEL AUDIO, ---> AL FINAL DE LA PAGINA.

Seguidores

CAPITULO 13

Los años perdidos en la niñez de Jesús.
CAPITULO 13

Esta última exclamación le fue arrancada por una repentina y vigorosa embestida del Sumo Sacerdote, la que provocó la introducción de su miembro de semental hasta la raíz.
Jesús sintió que se había metido en el interior de su cuerpo hasta los testículos.
Pasando su fuerte brazo en torno a sus delgadas caderas de niño, se apretó contra su dorso, y comenzó a restregarse contra sus nalgas con el miembro insertado tan adentro del recto de el como le era posible penetrar. Las palpitaciones de placer se hacían sentir a todo lo largo del henchido miembro y, Jesús, mordiéndose los labios, aguardaba los movimientos del macho que bien sabía iban a comenzar para llevar su placer hasta el máximo. Los otros dos Sacerdotes veían aquello con envidiosa lujuria, mientras iniciaban una lenta masturbación.
El Sumo Sacerdote, enloquecido de placer, tomó a las nalgas de Yeshúa hasta que, con una embestida final, llenó sus intestinos con una cálida descarga.
Jonatán, cuyos sentimientos en aquellos momentos deber ser mejor imaginados que descritos, ardía de deseo.
El espectáculo del placer que habían experimentado sus cofrades le había provocado gradualmente un estado de excitación erótica que exigía perentoria satisfacción.
El Sumo Sacerdote, declaro: “El niño otra vez esta bien lubricado es hora de que aprenda las nuevas cosas de las que le he hablado”.
-De acuerdo gritó Jonatán-. Me introduciré en el templo de Sodoma por detrás, mientras tú llegarás con tu robusto centinela por delante, así ambos gozaremos en el mismo hueco.
-Di mejor que con placer legítimo -repuso el Sumo Sacerdote con una mueca sarcástica. Sea como dices. Me gustaría disfrutar nuevamente esta estrecha hendidura.
Jesús yacía todavía sobre su vientre, encima del lecho improvisado, con sus redondeces posteriores totalmente expuestas, más muerto que vivo como consecuencia del brutal ataque que acababa de sufrir. Ni uno sola gota de semen que con tanta abundancia había sido derramado en su oscuro nicho había salida del mismo.
Jonatán lo sujetó. Colocado a través de los muslos del Sumo Sacerdote, Jesús se encontró con el llamado del todavía vigoroso miembro contra su ano. Así que procedió a sentarse en el, ensartándose por completo. En ese momento el vigoroso Sumo Sacerdote pasó sus brazos en torno a su cintura, para atraerlo sobre si y dejar un poco de lugar frente al ansioso miembro de Jonatán, que se encaminó directamente hacia la ya bien humedecida abertura entre las dos lomas.
¡Ah...! ¡Tengan piedad! ¡Oh compadézcanse de mí...!
¡No Por favor! ¡Me rompen el ano!
¡No lo puedo soportar! ¡Dos penes juntos es demasiado!
¡Por Yahvé, piedad!
Hubo que vencer las mil dificultades que se presentaron, pero al cabo el lascivo Jonatán se sintió enterrado dentro de los intestinos de su víctima, aunque lo que mas le excitaba era el hecho de sentir el propio miembro del Sumo Sacerdote restregándose con el de el.
Lentamente comenzó a moverse hacia atrás y hacia adelante del bien lubricado canal.
Retardó lo más posible su desahogo, y pudo así gozar de las vigorosas arremetidas con que el Sumo Sacerdote embestía a Jesús por delante.
De pronto, exhalando un profundo suspiro, el Sumo Sacerdote llegó al final, y Yeshúa sintió sus intestinos rápidamente invadido por la leche.
Jonatán, empero, no había malgastado todos sus recursos, y seguía manteniendo al lindo muchacho fuertemente empalado.
Así pues el pene del Sumo Sacerdote se deslizo suavemente fuera del recto de Jesús, Leví no pudo resistir la oportunidad que le ofrecía el hecho de que el Sumo Sacerdote se hubiera retirado para asearse, y se lanzó sobre el regazo de Jesús para conseguir casi enseguida penetrar en su interior, ahora literalmente bañado de viscosos residuos de semen y mierda.
Con todo y lo enorme que era el monstruo del pelirrojo, Jesús encontró la manera de recibirlo y durante unos cuantos de los minutos que siguieron no se oyó otra cosa que los suspiros y los voluptuosos quejidos de los combatientes.
En un momento dado sus movimientos se hicieron más agitados los dos penes frotaban la pequeña próstata de Jesús. El ano lo tenía extremadamente dilatado al ser forzado a recibir dos penes exageradamente grandes y al mismo tiempo.
Jesús sentía como que cada momento era su último instante. El enorme miembro de Jonatán estaba insertado hasta los testículos, mientras que el gigantesco tronco de Leví echaba espuma en el mismo conducto.
El niño era sostenido por los dos hombres, con los pies bien levantados del suelo, y sustentado por la presión, ora del frente, ora de atrás, como resultado de las embestidas con que los Sacerdotes introducían sus excitados miembros en el dilatado orificio.
Cuando Jesús estaba apunto de perder el conocimiento, advirtió por el jadeo y la tremenda rigidez del bruto que tenía delante, que éste estaba a puntos de descargar, y unos momentos después sintió la cálida inyección de flujo que el gigantesco pene enviaba en viscosos chorros.
¡Oh! ¡Termino! -grito Leví, y diciendo esto inundó el interior de Yeshúa, con gran deleite de parte de éste.
-¡A mí también me llega! -gritó Jonatán, alojando más adentro su poderoso miembro, al tiempo que lanzaba un chorro de leche dentro de los intestinos de Jesús. Así siguieron ambos vomitando el prolífico contenido de sus cuerpos en el interior de Jesús, al que proporcionaron con esta doble sensación un verdadero diluvio de goces.
Mis sentimientos de amistad y de simpatía por el joven Jesús me impulsaron a permanecer aún en su compañía. Los sucesos vinieron a darme la razón y, como veremos más tarde, determinaron mis movimientos en el futuro. No había transcurrido mayor tiempo, cuando el joven, recibió la petición de los Sacerdotes, para reunirse en el mismo lugar esa misma noche.
En esta oportunidad Jesús puso mucha atención a sus ropas, el era pobre pero se las arreglaba para vestirse mas que adecuadamente, como resultado de ello aparecía mas atractivo que nunca, vestido con su túnica blanca, sus sandalias de cuero y una cinta recogiendo sus cabellos.
Los tres hombres quedaron arrobados a la vista de su persona, y lo recibieron tan calurosamente, que pronto su sangre juvenil le afluyó al rostro, inflamándolos de deseo.
Se aseguró la puerta y de inmediato, cayeron al suelo los paños menores de los Sacerdotes, y Yeshúa se vio rodeado por el trío y sometido a las más diversas caricias, al tiempo que contemplaba sus miembros desvergonzadamente desnudos y amenazadores.
El Sumo Sacerdote fue el primero en adelantarse con intención de gozar de Jesús.
Colocándose descaradamente frente a el lo tomó en sus brazos, y cubrió de cálidos besos sus labios y su rostro.

Leer más...

ESCRIBE LO QUE QUIERAS...

deja tu comentario...